Los Que Deambulan Sin Sentido

¿En qué mundo demente los muertos vagan por las calles mientras los vivos temen sepultados en sus casas? La situación de la Tierra se ha hecho insostenible: hay cerca de 18 mil millones de seres humanos que depredan el planeta a una velocidad tal que es imposible abastecerlos. La insuficiencia de recursos naturales, el desempleo, el colapso del capitalismo tardío, el egoísmo, la avaricia y el espíritu aniquilador del homo sapiens ha desencadenado una tercera guerra mundial liderada por el bloque asiático y el americano, quienes echan mano de todo su conocimiento armamentista para vencer a su oponente: armas nucleares, computacionales, bursátiles, químicas… Pero, ante la igualdad de condiciones Estados Unidos decide utilizar su mejor carta, un arma bacteriológica sin precedentes, capaz de convertir a la gente en zombis que pueden servirle de soldados contra Asia. Los lugares de donde obtendrán sus autómatas: África y América Latina. Salvados de la infección, unos mexicanos se refugian en una casa, donde tendrán que resistir los embates de los muertos caníbales que acechan en las calles, y a la vez librar la más difícil de las batallas: convivir entre ellos. Una serie de intrigas, sospechas y traiciones rondan el refugio, mientras cada quien intenta sobrevivir, aun a costa de sus compañeros. Los que deambulan sin sentido plantea la tesis del zombi como símbolo del hombre posmoderno: ser carente de voluntad, guiado por conciencias externas, consumidor compulsivo, constreñido a vivir al día y a olvidar inmediatamente. Invectiva contra la opresión imperialista, el conformismo y la apatía, crítica a la superficialidad, la banalidad, la megalomanía y al impulso destructivo humano